REFLEXIONES DE UN EN

REFLEXIONES DE UN ENVIDIOSO

Hoy sábado día 11 de junio leo en DEIA la presentación del plan de diputación en sintonía con una serie de quince municipios para la construcción de vivienda asequible en los mismos, y leo con envidia, Zierbena 70 viviendas de 160.278 euros y un poco mas adelante un anuncio de un municipio deseando felices fiestas y empecinado en mantener su nombre Abanto eta Zierbena.

Me explico, soy nacido en El Regato, adscrito como barrio al ayuntamiento de Barakaldo.

El Regato lleva padeciendo muchísimos años esta dependencia, una localidad rural integrada en una urbe hormigonitica que padece todos los males de esta, deficitaria de todo tipo de servicios, culturales, deportivos, urbanísticos, etc., que ahogan a El Regato e impiden el mantener su identidad y consolidar su propio futuro.

La urbe hormigonitica, en concreto sus administradores políticos, planifican El Regato del futuro como un barrio elitista dormitorio donde se puedan instalar 75 familias adineradas sin ninguna relación con las raíces culturales y sociales del barrio, con viviendas de mas de 600.000 euros y donde el pelotazo urbanístico les toca a los satélites del poder establecido, con ventas de terrenos adquiridos recientemente, calificados posteriormente y a 180.000 euros la parcela de 300 metros cuadrados, un ejemplo digno de un municipio gobernado por “socialistas”. Y posiblemente con un fuerte impacto ecológico dadas las características de algunas de las unidades recalificadas.

Mientras tanto el “barrio” sigue sin consolidarse, en el pasado por falta de vivienda y ahora por vivienda inasequible.

¿Si hay terreno para edificar 75 viviendas en una parcela de 300 metros cuadrados por vivienda, porque no lo hay para construir 30 o 40 viviendas como las de Zierbena?.

Esta claro, porque prima el pelotazo a los verdaderos intereses del barrio.

Tal vez el error este en no haber solicitado hace 28 años la desanexión de El Regato y haber seguido un proceso ejemplar como el de Zierbena.

Tal vez no sea tarde y los vecinos del Regato, puedan ser capaces de decidir su futuro, como lo han sido recientemente los de Bolívar, convertidos en el municipio 112 de Bizkaia.

La envidia puede ser sana.

Agur.