¿Funciona la comunicación en el PNV?, ¿La información que reciben sus afiliados y simpatizantes es facilitada por el Partido?
La respuesta es evidente, no a la primera pregunta y no a la segunda pregunta.
Como se dice vulgarmente, la información a los afiliados y simpatizantes les llega, tarde, mal y nunca.
Tarde, los procesos asamblearios, son lentos, distanciados en el tiempo en los distintos niveles, Nacional, territorial y municipal. Para cuando la información llega a las asambleas municipales, la misma suele estar caducada o superada por nuevos acontecimientos.
Mal, las ejecutivas a la hora de informar, “parece que se la cogen con papel de fumar”, el interés por no crear polémica origina unas informaciones desnaturalizada, que casi siempre da la sensación de ocultar otras ideas o intereses. Tenemos miedo a decir lo que pensamos y lo que realmente sucede, y así nos va.
Nunca, quienes se dedican a informar rápidamente sobre la vida diaria del Partido son los medios de comunicación que nos son adversos, esto es quienes desean vernos anulados, y lo que es peor, nuestra gente acostumbra a dar crédito a tales informaciones.
¿Prensa afín?, da la sensación que ninguna. El mito DEIA (prensa afín al PNV) esta finiquitado.
Hace unos días en Antena 3 se celebraba un debate en el cual participaban directores de periódicos del estado español, entre ellos DEIA.
Se analizaban los resultados electorales y los posicionamientos vascos y catalanes. Evidentemente en un momento dado tocaba atacar al Lehendakari y a su plan, el director de DEIA pensó que era el momento de defender al Lehendakari y su plan, hizo agua por todos los lados, no supo aclarar que era eso de la consulta, a su lado estaba también el director de Público, como el indicó un burgalés, que supo de una forma rápida y sencilla dejar claro lo de la consulta y el derecho a decidir.
Tenemos un problema importante, ni medios de información afines o que al menos no nos muerdan cada vez que hablan de nosotros, ni agilidad en la información interna, ni ganas de mejorar esta situación.
Si analizamos como ha evolucionado la comunicación del Partido en los últimos 20 años, la conclusión es a peor.
En los medios públicos, teóricamente donde tenemos mas afinidades, nos hemos encargado de eliminar a periodistas emblemáticos, con una capacidad enorme de comunicación y una simpatía total por parte de quienes les escuchaban.
Da la sensación que nos gusta tirar piedras a nuestro propio tejado.
Y finalmente, el miedo a la autocrítica es absoluto, cuando la realidad dice que sin análisis y autocrítica, se imposibilita la mejora y se potencia el declive.
2 comentarios:
Coincido bastante con tu apreciación de que la comunicación interna no funciona, y que la autocrítica siempre se entiende mal. La cuestión es: ¿cómo cambiamos esto?
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