SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD

SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD


En el seno del nacionalismo vasco se esta empezando a criticar a la Ertzaintza y a sus mandos políticos en relación con los últimos acontecimientos luctuosos, desde un sentimiento de culpabilidad propio.
En el seno de la izquierda abertzale se ha criticado a la Ertzaintza desde que se creo, recuerdo discusiones con miembros significados de HASI, valorando que pasaría el día que los descerebrados matasen al primer ertzaina, mataron al primero, al segundo, al tercero....... y a muchos mas, les llamaban y les siguen llamando cipayos con toda la carga emocional e ideológica del termino, y asimismo en estos mas de 20 años, lo han utilizado con una carga emocional importante para quemar a los miembros del partido, a todos, burukides y de a pie.
Cuando muere un miembro de ETA, la organización y el mundo de la izquierda abertzale lo utiliza política y emocionalmente para quemar al mundo nacionalista vasco mas que al españolista, para crear desasosiego entre la población civil y para trasladar a las emociones de abertzales sensatos sentimientos de culpabilidad.
Pues bien esa culpabilidad no existe, muchos trabajamos en los setenta para dejar las cárceles vacías y después ellos solitos con mas de 1000 muertos a sus espaldas se han encargado de llenarlas y han acabado siendo una rémora importantísima para alcanzar las aspiraciones de libertad de este pueblo.
La organización y la izquierda abertzale lo ha aprovechado para tener un colectivo numeroso, familiares y amigos principalmente, movilizado continuamente. Con esa imagen de jóvenes y familias destrozadas desde hace mas de 25 años, muertos también muchos de ellos, han jugado para movilizar sensibilidades muy humanas y muy propias de los vascos y les han llevado a un callejón, en el cual uno solo se puede aferrar a la causa nacional para justificar ese sufrimiento y esas vidas.

Pero nosotros nunca entramos en la reflexión de analizarles en su estructura, tienen jefes, tienen jauntxos y tienen también entre estos muchos vividores, que no se mojan , que no sufren, que viven en la distancia como si de jugar una partida de ajedrez se tratase. Que mientras unos padecen en la cárcel y mueren , los otros disfrutan de todos los placeres de la vida como si tal cosa, eso si lanzan sus soflamas incendiarias cuando los primeros sufren y aparentan sufrir mas que los mismos, pero al día siguiente a su vida normal y otros a su clandestinidad de lujo.
Viven muy bien, y que no nos engañen, llevan muchos años trabajando y sacrificando peones para lo de todos, sentarse en el pesebre, decirnos lo que tenemos que hacer y vivir de película, solo hay que mirar a otros en otros lugares que han llegado, dejando en el camino a muchos, que es lo que han hecho, lucrarse, subirse al machito y a los caídos en el camino se les da una calle, un monolito conmemorativo, pero enterrados debajo, y al final sin una razón lógica o positiva para justificar por que dieron su vida, salvo aupar al poder a estos otros.

El análisis de sus pulsos de sus demostraciones de fuerza no deja de ser mas que un miedo al cambio. Si la organización desaparece, este pueblo igual que en los setenta volverá a ponerlos a todos en casa, de eso no me queda la menor duda, en el único marco posible, el del juego democrático de los votos. En el caso contrario seguirán siendo la cuadrilla de descerebrados de siempre, que seguirán engañando a jóvenes con la sangre caliente e ideas idílicas, que vivirán en el desprecio mayoritario y en la creencia de esa mayoría de que deben ser eliminados con el sistema que practican, la lucha armada.

Pues bien si llega ese momento, que no nos trasladen a los demás el sentimiento de culpabilidad que pretenden trasladarnos ahora, los únicos culpables de desaprovechar la ventaja que les da este momento, serán ellos.