martes, marzo 01, 2011

Éste es el sentir de los afiliados del PNV




Ante la insoportable campaña de difamaciones y calumnias que está sufriendo nuestro partido en general, y la organización alavesa en particular, los abajo firmantes -militantes del PNV en Álava- queremos hacer públicas una serie de reflexiones para que el conjunto de la sociedad alavesa pueda conocer de forma directa y sin manipulaciones lo que de verdad pensamos y sentimos.
En primer lugar, queremos incidir en que nos afiliamos al PNV porque nos identificamos plenamente con sus objetivos y con su trayectoria. Compartimos su objetivo fundacional: la defensa de la soberanía del Pueblo Vasco y su derecho a decidir libremente su propio futuro desde métodos estrictamente pacíficos y democráticos. Suscribimos su profundo respeto a la pluralidad de ideas que enriquecen nuestra identidad como pueblo. Nos sentimos orgullosos de su organización interna, en la que todos los cargos internos y públicos lo son no por decisión de unos pocos y elegidos dirigentes, sino a través de procesos asamblearios en los que pueden participar todos y cada uno de los y las militantes del partido. Y exhibimos con satisfacción su impecable trayectoria de más de un siglo. En definitiva, nos afiliamos al PNV porque en su esencia ideológica concentra los principios humanistas que sitúan la dignidad y los derechos fundamentales de las personas como objeto prioritario e irrenunciable de toda su acción política.
Buena parte de la historia y la actividad del PNV ha tenido que transcurrir en la clandestinidad. Muchos de nuestros antecesores sufrieron persecución, cárcel y muerte por defender la libertad y la democracia ante los fascistas. Los que hemos recogido su testigo nos sentimos orgullosos y orgullosas de su espíritu de sacrificio y entrega, que nos sirve de ejemplo en nuestro compromiso social y político. Así lo venimos demostrando, con aciertos y errores, desde que llegó la democracia, hayamos estado ejerciendo responsabilidades de gobierno o en la oposición.
Y aunque sólo sea por honrar la memoria de los que nos han precedido, no nos vamos a callar ante la auténtica cacería infame, despiadada, injusta y masiva que se está ejerciendo contra nuestra organización política en Álava y contra sus dirigentes a lo largo de los últimos meses.
Hace ya casi un año, varios militantes y compañeros de nuestro partido fueron detenidos. El 17 de marzo, a primera hora de la mañana, la policía judicial se presentó en sus domicilios y les llevó esposados a los calabozos de los juzgados, donde permanecieron incomunicados durante 16 horas. Por la noche salieron libres sin pagar un euro de fianza y sin ninguna restricción de sus derechos y libertades. Podían haberles llamado a declarar -como se ha hecho en casos mucho más graves a lo largo y ancho de la geografía del Estado- y se habrían presentado voluntariamente, pero se optó por una puesta en escena digna de los peores delincuentes.
Casi un año después, acabamos de conocer que el juez ha decidido cerrar la investigación de uno de los casos, pero el original sigue en fase de instrucción; es decir, continúan imputados pero en ningún caso han sido declarados culpables. Sin embargo, durante todos estos meses, algunos partidos políticos y medios de comunicación, en perfecta simbiosis de intereses, han realizado un juicio paralelo con sentencia condenatoria de por vida para todas estas personas, con independencia de lo que, finalmente, dictamine el juez.
No interesa si son inocentes o no, y mucho menos importa el daño irreparable que se les pueda causar o cómo se les va a resarcir en el caso de que sean declarados inocentes. Lo que verdaderamente les motiva a algunas formaciones políticas y a sus medios afines es que, por fin, han vislumbrado la posibilidad de incluir al PNV en el densamente ocupado mapa de la corrupción política y manchar, sí o sí, su impecable trayectoria.
Su insaciable e indisimulada obsesión por extender esa sentencia condenatoria a todo el PNV en general y a alguno de sus dirigentes en particular, así como al Ejecutivo foral, les ha llevado a entrar en una carrera alocada por ver quién aporta más a la causa. Y en esa carrera se ha instalado para quedarse el todo vale. Vale el insulto, la descalificación personal o la mentira. Vale la falsa acusación, la siempre injusta generalización o la malintencionada extensión de la sospecha. Y ¡cómo no!, vale la interesada filtración de información sujeta a secreto o convertir las instituciones en platós al servicio de la causa.
Conocemos perfectamente lo que buscan porque no es la primera vez que lo intentan, y estamos convencidos y convencidas de que, una vez más, fracasarán.
Por todo lo expuesto, los y las que suscribimos este escrito queremos dejar constancia de que:
1. Creemos en la inocencia de las personas imputadas mientras no se demuestre lo contrario porque, entre otras cosas, éste es un principio básico de todo sistema democrático al que no estamos dispuestos a renunciar.
2. Expresamos nuestro rechazo al inusitado ensañamiento con el que, desde algunos ámbitos políticos y mediáticos se está arremetiendo contra estas personas y sus respectivos entornos por considerarlo desproporcionado, injusto e inhumano.
3. Proclamamos nuestro apoyo y confianza en la dirección de nuestro partido y, muy especialmente, en los que conforman su máximo órgano ejecutivo en Araba, con su presidente a la cabeza. La obsesiva intención de algunos agentes externos por suplantar la voluntad libremente expresada por la militancia del PNV en sus asambleas pasadas o futuras es una misión que está llamada al fracaso total y absoluto; no por lo que digamos nosotros y nosotras sino porque jamás lo van a permitir los y las afiliadas al PNV.
4. Instamos a la Justicia a que actúe con celeridad y diligencia para que este caso se resuelva cuanto antes, de forma que se acabe con la indefensión a la que ahora están sometidas las personas afectadas.
Este es el sentir de los afiliados del PNV que, con nombre y apellido, suscribimos este artículo. Un sentir que en nada coincide con lo que algunos pretenden hacer creer a la ciudadanía. Frente a todos aquellos que hablan de lo que supuestamente pensamos y opinamos los afiliados del PNV pero nunca aportan nombres que suscriban dichas afirmaciones, nosotros queremos hacer pública nuestra opinión para que, como ya hemos señalado, la opinión pública la conozca de primera mano y sin manipulación.

Firman también este artículo Antón Bajo Fanlo, Paulino Corcuera Muguerza, Alfonso González Eguilaz, Roberto González Muro, Jesús Ángel Herrero Manzano, Amaia Martínez Alfonso, Mikel Martínez de Lizarduy, Jon Karla Menoyo Llano, Izaskun Moyua Pinillos, Emilio Olabarria Muñoz, Juan Mª Ollora Ochoa de Aspuru, Alberto Ortega Melón, Iñaki Prusilla Muñoz, Pedro San Vicente Corres, Eder Sánchez Castrillo, Yolanda Sangroniz Agirrebeitia, José Félix Uriarte Uriarte, Benigno Urtaran Tellaetxe y Yolanda Zabala Mauleón, por unai grajales rodríguez

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