sábado, agosto 11, 2007

Joseba Arregui, EL PADRINO, de la Constitución.










PADRES Y ............... PADRINO
La constitución Española, tiene padres y Padrino.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20070811/opinion/peligroso-20070811.html

Saulo, tras caer del caballo abrazo la verdadera fe, Joseba tras una pirueta metafísica, abraza una nueva fe, se desdice de su pasado y se erige en EL PADRINO de la constitución española y de la legalidad vigente y única democrática.

Antes de tu conversión, ¿QUE HICISTE JOSEBA?, votaste si, votaste no, te abstuviste.

El nacionalismo vasco se equivoco, en un intento de no entorpecer la transición se abstuvo y hoy es mucho mas difícil defender que esa constitución no es nuestra constitución. ¿O tal vez si por imperativo legal?
¿Que le ofrece esa constitución democrática al país de los vascos?, su no reconocimiento, su imposibilidad de decidir, la intervención del ejército si se intenta destruir la unidad de España.
Pues como dijo un amigo tuyo, Millán Astray, “Viva la muerte”, no perdón “Viva la Constitución.”

“Los sentimientos son posibles y merecen respeto si se someten a la ley, si aceptan su limitación, si hacen sitio a otros sentimientos, si no pretenden agotar, y ahogar, el todo del espacio público. Las identidades personales y colectivas tienen sitio en el espacio público de la democracia si cumplen las mismas condiciones: si se limitan y hacen sitio a otras identidades, si no quieren y no pretenden imponerse a todos los ciudadanos como obligatorias.Si los sentimientos están por encima de la ley, no hay política posible, no es posible la democracia. El portavoz del PNV no entiende, porque parece no saber mucho de política ni de democracia, que la bandera española representa los derechos y las libertades fundamentales garantizados en la Constitución. Una Constitución que lo es, y hay que repetirlo una y otra vez, porque somete la voluntad constituyente al imperio del derecho y de la ley, y la transforma en voluntad constituida. La diferencia que media entre voluntad constituyente y voluntad constituida es la que marca el imperio del derecho y de la ley.”



En cuanto a la parte y el todo, aquí solo hay un todo y se llama España y ese todo es intocable o te envían el ejercito, y no en misión de paz, como ahora está de moda el enviar los ejércitos.
En cuanto a tu pedagogía democrática, de donde te sacas que la constitución es la constitución de todos, donde quedan en esa constitución los millones de republicanos españoles que se ven forzados por la misma a tragar con un reino, un rey y una bandera fruto de una insurrección militar. Sigue tocando, ante el fantasma de las dos Españas, esos temas ni tocarlos.
Lo que tú haces es minimizar democráticamente.

“Qué difícil resulta en la práctica hacer política, y no tenerse a uno mismo y a sus ideas por el todo, por la verdad definitiva de la sociedad entera.”.

Pues eso, que te apliques el cuento.



Esto nos dice tu constitución.



Artículo 2 La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Artículo 8
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.2. Una ley orgánica regulará las bases de la organización militar conforme a los principios de la presente Constitución.

Artículo 56
1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.
3. La persona del Rey de España es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65,2.

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