REFLEXIONES DE UN NACIONALISTA

Gran reflexión la de hoy en Deia, de Luís María Retolaza, me permito el entresacar unos párrafos para los lectores cómodos.

“Un proceso de paz que culmina exitosamente, altera el "statu quo" y genera una transformación tal en las estructuras sociales de un País, que muchos sectores se resisten a pasar el rubicón hacia un escenario más incierto.””La pervivencia de la violencia, durante tantos años, ha fraguado una inercia en sectores políticos, judiciales, periodísticos... que les ha conferido un cierto acomodo al que ha se habían habituado. Siempre hay representantes de estos colectivos que tratarán de entorpecer el naciente proceso porque la incertidumbre de un futuro sin violencia podría ser más desestabilizador que la de un pasado violento, pero controlado.”

“Son, pues, procesos intrincados, repletos de trampas, más si cabe en un país de escaso calado democrático en el que, en un asunto tan serio como éste, la diatriba permanente entre los grandes partidos españoles se revela como un obstáculo de primera magnitud para la consecución de avances. La perseverancia en el empeño de los partidos políticos vascos y la implicación de la sociedad en el proceso serán claves para la superación de las dificultades.”

“A lo largo de la historia el Pueblo Vasco ha pactado para sobrevivir. Ahora, necesitamos un nuevo Pacto de convivencia interno y con el Estado, desde el respeto mutuo y el reconocimiento de nuestra personalidad.” ”Para nosotros el derecho de autodeterminación no es un tema que deba estar entre las materias sujetas a la negociación entre partidos. Es la confirmación de nuestro Ser. Es una cuestión de dignidad y libertad. No podemos ser lo que otros nos impongan. Seremos lo que en propia voluntad decidamos. A partir de estos principios el pacto deberá sustanciarse en una formulación válida para las partes.”

Quienes deseen leerla completa lo pueden hacer en http://www.deia.com/es/impresa/2006/07/23/bizkaia/iritzia/272905.php
Evidentemente estamos en la puerta del proceso y nos estamos ventilando nuestro futuro, tenemos derecho a ser escuchados y no solo quedarnos a la espera de que nos sea presentado el plato cocinado en la mesa.