Debemos pasar del círculo de la noria a la espiral ascendente.
Vamos a tener las mismas sensaciones pasadas, la sensación de giro continuo, pero es el momento de dar a ese giro un avance hacia arriba que lo convierta en una espiral.
Es cierto que el concepto espiral siempre ha sido denostado, pero ante la actual situación de Euskadi no nos cabe otra alternativa.
La figura geométrica que mejor visualizamos de la espiral ascendente, es el muelle,
El muelle en mecánica se utiliza para multitud de operaciones físicas, el muelle amortigua los impactos, el muelle después de comprimirse catapulta toda la energía absorbida en su compresión, el muelle es un mecanismo vivo que actúa en función de las necesidades de cada momento.
Es trascendente convertir ese círculo en el cual nuestra política lleva 25 años, en una espiral ascendente que nos conduzca hacia nuestras aspiraciones como pueblo.
Evidentemente, habrá quien discrepe y razone que durante estos 25 años hemos avanzado en nuestro autogobierno, que nuestro país ha mejorado y no seré yo quien discrepe en esas tesis. Pero en cuanto a libertades y derechos de este pueblo desde la consecución del estatuto de autonomía, no hemos avanzado absolutamente en nada.
El pueblo de Israel, esperaba su Mesías, que al final tras siglos de espera lo convirtieron en territorialidad, unidad y fuerza. Fuerza que no han sabido administrar y en cuanto la han utilizado para atacar en lugar de defenderse, todos sus derechos han sido cuestionados.
Nosotros evidentemente no esperamos un Mesías, la territorialidad nos es absolutamente cuestionada, la unidad no existe y la fuerza la utilizamos en ataque como preludio de nuestra autodestrucción, y también en ese círculo llevamos más de 25 años.
La espiral ascendente, debe marcar tres pautas básicas, trabajar la unidad, trabajar la territorialidad y trabajar la libre decisión en el marco de nuestra territorialidad. Este trabajo en si mismo no necesitara la fuerza y acabara con todas las violencias.
La manifestación del sábado, en apariencia puede valorarse como mas de lo de siempre, mas circulo, la espiral ascendente es muy difícil de discernir del circulo, pero esta manifestación, con muchos o con pocos, debe ser el punto de inflexión de nuestra política pasada, los nacionalistas tenemos un objetivo básico y es en el donde tenemos que centrarnos.
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