domingo, noviembre 04, 2007

DE OPORTUNIDADES Y OPRTUNISTAS




















La oportunidad de la fotografía
, nos puede llevar a contemplar acciones con un nivel de espectacularidad increíble.

En política la oportunidad también puede ser increíble, un partido salvado y otro hundido por una sentencia judicial.
Una ley, la de la memoria histórica que da alas en diversos programas de televisión a diversos fascistas para revindicar lo lógico y legal de un levantamiento militar, contra un gobierno elegido democráticamente, que origino mas de un millón de muertos. De juzgado de guardia, los comentarios de Urdaci ayer en Telecinco.

La iglesia católica con sus templos cada día más vacíos, (el cristianismo), compite con Youtube en su sitio
GodTube.com, intentando conseguir el éxito de los primeros y con imágenes que nos son familiares. Oportunidad u oportunismo, el tiempo lo dirá.

Aquí en Euskadi, una justicia más oportunista que oportuna, se erige en abanderada de un sector políticamente minoritario y lleva la ley a unos niveles de incomprensión e ilegitimidad que consigue
vulnerar los derechos del ciudadano que ostenta la mayor representación democrática en este país.

También una nueva oportunidad para
Unai Basurko y Gonzalo Gandarias, de colocar a la vela vasca en lo alto del ranking mundial, suerte y final feliz para Unai y Gonzalo.


Laura Rodríguez, Diputada humanista chilena escribió esta reflexión hace mas de quince años. Por nuestra parte sin comentario.


¿PRAGMATISMO U OPORTUNISMO?
Diversas ideologías han ayudado al ser humano a interpretar lo que éste llama realidad y a orientar su acción. Diversas ideologías han intentado impulsar respuestas en los momentos de crisis de la humanidad. Hoy se habla del fin de las ideologías y a esto se le trata de dar una connotación positiva.
Si estamos frente al fin de las ideologías, ¿de dónde surgirán las nuevas respuestas? Sin ideologías, ¿cuáles son los elementos que orientarán el accionar del proceso social? ¿Cuál será el punto de vista, el norte, los ideales que succionen hacia el futuro los diversos proyectos sociales?
El argumento del fin de las ideologías se ha utilizado en forma interesada e ignorante. Interesadamente por parte de los neoliberales, para plantearse ellos como la realidad misma. Y también en forma ignorante, entendiendo como única ideología al marxismo.
Sin embargo, en esta desesperación por no mostrarse ideológicos, por dar una imagen de modernismo, de futuro, de racionalidad frente a los cambios veloces y la urgencia de las respuestas, ha comenzado a surgir una nueva ideología que trasciende las corrientes políticas. Quienes más, quienes menos, se plantean con gran orgullo como esencialmente pragmático, anti-ideológico. Y el pragmatismo ha pasado a ser la mejor justificación, absolutamente irrebatible en todo foro político, propuesta de solución u opinión frente a cualquier tema. El pragmatismo se ha convertido en el escudo ante la crítica de la falta de solidaridad o de conciencia social. El pragmatismo es hoy sinónimo de inteligencia y el idealismo ha pasado a ser sinónimo de estupidez.
Pero ¿qué es el pragmatismo?
¿Es no tener ideales? ¿Es estar dispuesto a traicionar esos ideales? ¿Es una suerte de transacción entre el futuro y el presente? y ¿Hasta dónde se está dispuesto a transar?
Es curioso como ahora se dignifica esa palabra que en otras épocas se llamó “oportunismo”. Hoy ya no hay oportunistas sino pragmáticos.
¿Cuál es la carta de presentación de un pragmático?
Se trata de alguien que afirma no estar confundido por esas nubes del idealismo y dice estar “con los pies en la tierra”, alguien que se atiene a la “realidad”.
Es una suerte de consejero sobre qué hacer en cuanto a lo más conveniente, lo más oportuno, lo más práctico en cada coyuntura. Es un coyunturalista.
Con este punto de vista resulta fácil justificar cualquier traición con tal de salir a flote. Si alguien le replica que eso no era lo que él pensaba hace media hora atrás, el dirá que las cosas han cambiado (lo cual es cierto) y que hay que hacer lo más conveniente (lo cual no es cierto).
Pero lo más conveniente para quién. Como si lo “conveniente” fuera algo universal cuando en realidad se trata de una particular conveniencia.
Los grandes cambios históricos de la humanidad, los aciertos actuales del proceso de mundialización creciente, los avances tecnológicos, sociales y políticos ¿habrán sido orientados por lo más conveniente para el momento o más bien por la imagen de sociedad ideal a la cual se aspira?
El pragmatismo tratará a todo valor, a toda causa, a todo planteo solidario de simple “ideología”.
Frente a un planeta y a un pueblo que aún sufre las injusticias de la violencia económica, de la violencia física, de la sicológica, que aún no logra ubicar como máximo valor la solidaridad humana, reivindico el valor de las ideologías, de los ideales, del pensar justo, de la profunda aspiración humana de superar el dolor y el sufrimiento en todas las latitudes.

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